Mi sueño siempre ha sido ser maestra. Desde que jugaba con mis hermanos y los dirigía, me imaginaba teniendo mi salón de clases y enseñando. Casi sin darme cuenta, empecé a trabajar en una escuela con los niños y compartir bellos momentos. Ellos son mi motivación para seguir adelante, por ello dudo que algún día me jubile.
Tengo estudiantes que ya son profesionales, algunos de ellos ya son militares. Cada vez que me ven me abrazan y me siento muy querida por ellos. A ellos siempre les decía que sean grandes profesionales, que puedan superar las dificultades y apoyar a sus padres. Cuando paso por un aula, yo les digo a mis niños que quisiera verlos con una carrera, como médicos o ingenieros, profesiones que hacen falta en muestra localidad. Algunos de mis niños sueñan con ser maestros y a mí me llena mucho de orgullo escuchar eso.
El programa APC nos ha compartido muchas estrategias y materiales que han transformado mi forma de enseñar y me han permitido innovar en el aula. Estoy muy agradecida con la empresa Buenaventura por el apoyo a la institución y a cada uno de los docentes. Me emociono con cada estrategia que aprendo y puedo enseñar. Participar en esta experiencia es un logro continuo y muy grande para mí.