Descubrí mi vocación de maestra cuando estaba en primaria, tenía un profesor que era muy cordial y entretenido. Él me inspiraba a seguir aprendiendo cada día más y descubrir nuevos temas y con él conocí lo importante que es tener buenos docentes en las escuelas.
Asimismo, cuando era pequeña, al terminar las clases siempre mis compañeros me esperaban a la salida para que les pueda explicar y ayudar con las tareas. A mí me gustaba mucho enseñarles, compartir todo lo aprendido, es así como supe que quería ser maestra para poder transmitir el gusto por el aprendizaje a los niños y niñas. Me encanta saber que puedo brindarles las herramientas necesarias para que puedan cumplir sus sueños y contribuyan a la mejora del país. Por eso a mis estudiantes siempre les digo que deben seguir esforzándose para cumplir sus sueños. De alguna u otra forma, los chicos tienen que conocer distintas herramientas para cumplir todas las metas que se propongan y nosotros los docentes tenemos una labor fundamental acompáñandolos y guiándolos.
Gracias al programa APC de la Cía de Minas Buenaventura y Empresarios por la Educación, porque pude conocer distintas herramientas innovadoras para enseñar matemáticas y comunicación. He aprendido a diseñar y dictar clases innovadoras, adecuadas a la edad de cada estudiante, generándoles curiosidad a través de experiencias vivenciales, porque a los niños siempre les encanta interactuar y poner en práctica todo lo que van conociendo en la escuela.
Estoy muy feliz de ser parte de este programa porque me ha permitido acercarme más a mis estudiantes y a seguir capacitándome sobre cómo puedo poner en práctica el aprendizaje a través de la indagación.